El battojutsu era de primordial importancia en la formación de los bushi (guerreros) dado que cada uno de los días de su vida dependía de la habilidad adquirida en el manejo del sable o katana.
Generaciones sucesivas de guerreros y maestros de armas, dedicaron gran parte de su existencia a perfeccionar y crear nuevas técnicas de combate a sable que se enseñaban y guardaban celosamente en secreto en las escuelas o Ryus de battojutsu desde el siglo IX.
Cada clan (uji) tenía su escuela y estaba dirigida por un maestro de armas prestigioso, que únicamente enseñaba a los guerreros del señor de dicho clan.
En el siglo XVI, el Battojutsu surge como arte de la esgrima y de la vía, de formación integral y con el fin de reducir al máximo los riesgos de prácticas, el sable real fue sustituido por una imitación del mismo en madera, denominado BOKUTO o BOKKEN, pero incluso durante los entrenamientos con esta arma simulada, el samurai seguía llevando el WAKIZASHI en su cintura.